14 de diciembre de 2009

El significado de diseño gráfico está errado

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La vida de un diseñador no es fácil. A menudo, somos considerados bichos raros. Sienten que te pagan una fortuna por hacer algo que "cualquiera" puede hacer, y te pasas la vida argumentando todo lo que haces.

Pero, ¿por qué está tan deteriorada nuestra profesión? ¿Por qué no cuestionamos la decición de un reumatólogo y, en cambio, en diseño puede opinar hasta la hija pequeña del cliente?

Por si esto fuera poco, actualmente existen algunos factores que facilitan el deterioro de la figura del diseñador gráfico:


Las escuelas o cursos exprés

Me da pánico cada vez que oigo una oferta tipo: "Curso de diseño en 100 horas". ¿Por qué le llaman diseño cuando quieres decir InDesign? Por favor, empecemos a llamar las cosas por su nombre. Además el tipo de formación que ofrecen los cursos exprés aportan un sentido de facilidad e inmediatez al concepto de ser un profesional del diseño muy erróneo.


Todos saben más de diseño que tú mismo


Cuántas veces han sido los propios clientes los que nos dan pautas de diseño a nosotros, los profesionales, sin dejarnos aportar ninguna solución: con la coletilla final de "Pónlo bonito". ¿Qué narices significa eso? Pocas son las profesiones que están más infravaloradas que la del diseñador gráfico.



Invertir lo mínimo para obtener el mayor rendimiento

Las empresas quieren invertir la menor cantidad de dinero posible en diseño gráfico. ¿Por qué no nos hace el logotipo mi sobrino, domina mucho el "tema ordenadores"? Para qué estudiar la psicología del color, tipografía, dibujo y perspectiva, semiología, historia del diseño, percepción...


Se busca chico para todo, no diseñador gráfico

Y sino mirar un anuncio tipo, solicitando un diseñador:
Se precisa de: diseñador gráfico, ilustrador, maquetador, programador Action-Script, Html y Mysql, con conocimientos en 3D, edición y postproducción de vídeo, dominio absoluto de la amplia gama de software del mercado, dedicación absoluta y compromiso. Disponibilidad total.

Se ofrece: Contrato de 6 meses y salario de 800 euros.

Toda la oferta se centra en medios técnicos, eso nos da una idea de cómo nos ve el mercado.

Demasiados recursos a nuestra disposición

A la hora de encarar un proyecto, los nuevos diseñadores empiezan su búsqueda en las nuevas fuentes de inspiración: webs que ofrecen diseños preestablecidos para ser modificados a la carta. ¿Dónde está el producto propio o la búsqueda de nuevas soluciones gráficas?


Siempre nos gusta más lo que hace el vecino

Para desanimar más al diseñador, tenemos el cliente o al jefe que te viene con algún diseño de la competencia y te dice que lo quiere así, independientemente que el diseño sea eficaz o no: "Quiero algo así". El proceso de búsqueda de nuevas soluciones creativas se detiene, convirtiendo el panorama gráfico en una espiral aburrida, monótona y muy poco eficaz.


Los diseñadores empiezan a diseñar con el ratón

¿Cuántos diseñadores de hoy en día utilizan el lápiz y una hoja en blanco para iniciar cualquier proceso de creación? De hecho se considera una perdida de tiempo, incluso para algunos de nuestros compañeros o superiores. Parece que si no estás pegado a la pantalla de tu Mac no esté desarrollando tu trabajo.

El miedo a avanzar

Un joven diseñador con talento e iniciativas supone una amenaza para los más veteranos y conservadores, que ven su puesto peligrar. En vez de aprender de ese talento y del buen criterio, para defenderse, nada mejor que anular a un compañero simplemente por que es mejor profesional que tú. ¡Viva el trabajo en equipo!


La experiencia a veces no es un grado

Da igual que lleves 40 años diseñando, si eres mediocre lo serás toda la vida. En esta profesión vale más el entusiasmo, la curiosidad y el talento que los años que lleves ejerciendo.


Conclusiones:

  • Cada vez hay productos de diseño más mediocres y contaminantes, que lo único que consiguen es desorientar al consumidor.
  • El panorama gráfico actual es una espiral aburrida porque se antepone la productividad a la creatividad.
  • Tenemos que aprender a ignorar a todo el mundo que contamina nuestro trabajo, esa es la delgada línea que separa a los diseñadores productores de los diseñadores creadores.
  • Pensemos en el diseñador como un director de orquesta que conduce sus componentes a lo largo de la interpretación, destacando las virtudes de cada uno de ellos, resaltado cada nota y, sobre todo, controlando el ritmo e intensidad de la interpretación de la obra en todo momento

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