Por fin estrené mi Diana-F, aunque para ver el resultado tendré que esperar a que se revelen los carretes. Cosas de la tecnología analógica.
Empezamos el recorrido el sábado en San Sebastián, aunque había nubes, la temperatura era muy agradable. Después de comer, un paseo por el puerto para descansar la comida.
Esta vez, no nos podíamos irnos de Donosti sin ver El Peine del Viento, un conjunto de esculturas de Eduardo Chillida. Un lugar que, a parte de su contenido artístico, invita a sentarse y disfrutar del sonido de las olas.
Después nos dirigimos a Getaria, un precioso pueblo pesquero situado entre el mar y la montaña. Allí pasamos la noche en Itxas Gain, hotel que recomiendo 100% por la ubicación, el trato familiar y sus jardines que te permiten desayunar frente al mar.
Empezamos subiendo al monumento de Juan Sebastián Elcano, desde donde se puede admirar una preciosa vista al puerto de Getaria y a una de sus dos playas.
Uno de los atractivos de Getaria es el Monte San Antón, conocido también como el Ratón de Getaria por la formaque tiene. Una isla que en la actualidad está unida al pueblo artificialmente.
El camino comienza en el puerto, donde puedes ver a los equipos de remo entrenar.
Recorrer este monte es una visita obligada si quieres descubrir rincones mágicos con unas vistas espectaculares. El paseo tiene varios bancos de madera situados estrategicamente para que puedas descansar durante la marcha.
Después de este paseo de más o menos dos horas, nada mejor que dirigirse a la zona de la Iglesia de San Salvador, monumento gótico, degustar el famoso txacolí antes de sentarse en alguna terracita a comer algún pescado a la brasa.
Si pasas por la costa guipuzcoana no dejes de visitar este acogedor pueblecito, donde perderse por sus estrechas calles.
