27 de agosto de 2010

Pequeños gestos que complacen a nuestros clientes

Muchos pensarán que el trabajo bien hecho es suficiente para tener a un cliente contento, pero está claro que para marcar la diferencia y tener a tu cliente satisfecho es necesario hacer un esfuerzo adicional.

¿Podemos ofrecer a nuestros clientes algún valor extra?



SONRÍE EN LAS CONVERSACIONES

El correo electrónico nos permite comunicarnos de manera casi instantánea con nuestros clientes, ahorrándonos mucho tiempo. Pero necesitamos de las relaciones humanas entre cliente/agencia para poder transmitir valores y personalidad. Así que... ¿por qué no lucir una buena sonrisa en las reuniones con tus clientes? Transmitirás positividad y entusiasmo, y te habrás ganado un poquito más a tu cliente.


ANTICÍPATE A LA FECHA DE ENTREGA

Para mí, la fecha de entrega de un proyecto es sagrado. Y, en la medida que puedo, intento entregar el trabajo uno o dos días antes. Los clientes aprecian la eficacia, y de este modo, sobra tiempo para revisar el contenido y te cubres las espaldas ante imprevistos.



TOMA LA INICIATIVA

Si eres de los que sólo basan su trabajo en las instrucciones del cliente, puede que el resultado no sea el deseado. A veces tomar la iniciativa como profesional es la mejor manera para llegar al éxito del proyecto.


RESPONDE A LOS CORREOS INMEDIATAMENTE

La mayoría de los clientes esperan hasta la fecha límite para encargar el trabajo y odian esperar ni un solo minuto la respuesta a un correo electrónico. A veces es difícil responder inmediatamente a un correo. O bien porque estás fuera de la oficina, o porque tienes una larga lista de correos por responder.

Para no perder productividad, en cuanto llegues a la oficina responde los correos urgentes y el resto déjalo para más tarde. Sea como sea, no permitas que el cliente espere en exceso una respuesta tuya.



PERDONA, SONRÍE Y HAZLO

Todos hemos leído historias para no dormir acerca de los clientes. Pero no olvidemos que ellos también son personas que cometen errores igual que nosotros. Es fácil enfadarse ante los cambios del cliente en el medio de un proyecto o cuando se le olvida darnos un material vital para el proyecto.

Si se trata de un gran cambio que afecta de manera importante, debemos debatirlo. Pero, si es algo que supone menos de cinco minutos, hazle saber que no hay problema para cambiarlo. El cliente se sentirá aliviado al comprobar que no nos están incomodando, además de transmitirle tranquilidad.



¿Cuál es el valor añadido que empleas con tus clientes?


Fuente: FreelanceFolder

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