Poco después de que Robert Brownjohn, Ivan Chermayeff y Tom Geismar formasen su estudio de diseño, a mediados de la década de 1950, comenzaron con la dirección de arte de Pepsi-Cola, uno de sus primeros clientes importantes. Su trabajo para el gigante de refrescos elevó la reputación de la empresa de forma considerable.
Uno de sus grandes proyectos fueron las portadas para la revista mensual que Pepsi distribuía a todas las plantas de embotellado, con el objetivo de sensibilizar y expresar la filosofía de la marca.
Una mezcla de poesía visual, surrealismo y juego de palabras eran presentes en todas las portadas de la revista. Visto ahora, me resultan verdaderas piezas de museo.
Fuente: Container List (el blog de Milton Glaser)
Me encanta la publicidad vintage, dar un vistazo atrás y ver cómo comunicaban las marcas antes...
ResponderEliminarDesde luego, las piezas que muestras, son exquisitas :)
Hola Hugo, yo también siento debilidad por la estética vintage.
ResponderEliminarGracias por el comentario :)