Comunicando: Juan Osborne: Retratos con tipografía

"Una imagen vale más que mil palabras"

Así reza el blog de Juan Osborne, un diseñador y arquitecto, que auna toda una colección de meticulosos retratos e imágenes hechas con tipografía. Los resultados me parecen impresionantes.

Sus diseños pueden ser personalizado, si le envías la fotografía y las palabras que quieres que use.

Siempre Comunicando ha hablado con Juan, que ha tenido la amabilidad de explicarnos un poco más sus creaciones artísticas.

¿Cuándo y cómo empezaste a hacer retratos con tipografía?

A pesar de que ya llevaba algún tiempo experimentando con la técnica empecé a publicar este tipo de ilustraciones a mediados de 2009. Aunque realmente la primera aproximación fue algo anterior, cuando trabajábamos en una idea para un concurso de arquitectura en el que intentábamos recrear una fachada exclusivamente con palabras. Al trabajar sobre ese concepto me di cuenta del potencial que tienen las palabras como elementos discretos para componer algo de mayor tamaño.

Las palabras son poderosas, aportan un significado que nuestra cerebro es capaz de recoger sin prácticamente posar la vista en ellas. Es una especie de bocadillo eterno que nunca calla.

Pero no es algo que haya inventado yo. Las primeras imágenes construidas con palabras tienen más de mil años y se pueden encontrar en diversas culturas como la egipcia y la judía. Desde su invención han tenido presencia a lo largo de la historia en distintas partes del mundo con momentos más o menos notables ayudados con la invención de otras técnicas como la litografía.

Yo solo intento dar un paso más con la ayuda de los medios digitales de los que disponemos en la actualidad.

¿Has publicado este trabajo en algún tipo de publicación o es un proyecto personal?

Inicialmente fue un proyecto meramente personal, pero lo cierto es que he tenido un discreto número de encargos para distintos soportes, desde la portada de un CD a diversos anuncios en prensa escrita y digital.

También he colaborado de manera gratuita con algunos trabajos para la universidad o relacionados con la beneficencia.

¿Qué proceso de trabajo sigues?

Suelo empezar con la imagen base a la que intento mejorar el contraste y eliminar o alterar el fondo de la imagen. A partir de este punto utilizo solo mis técnicas y herramientas, aunque a veces en ciertos momentos también recurro a aplicaciones gratuitas como pdftk, Gimp, Inkscape o ImageMagick.

En función del tipo de ilustración suele ser necesario hacer una recopilación previa de información como letras de canciones, discursos o textos dispersos. Siempre obtengo la información de la web, que es una fuente inagotable, pero que siempre es necesario limpiar y ordenar antes de poder usarla. Para eso tengo varias herramientas propias que me ayudan a separar y computar las palabras.

Después hay una fase de experimentación en la que propago las palabras en la imagen utilizando diversas técnicas y formas. Hay veces que acabo en un callejón sin salida e incluso desestimo la ilustración por completo o la guardo para un momento de mejor inspiración.

Finalmente tengo una herramienta bastante potente que me permite procesar el resultado de la propagación. Aquí es donde me lo paso mejor ya que puedo manejar las palabras y letras a mi antojo para buscar el mejor efecto final de la ilustración. Desde hace unos meses he añadido capacidad 3D y de vídeo a esta herramienta y espero poder publicar algún ejemplo pronto en mi web.

Mis herramientas no son un único programa monolítico sino más bien un montón de pequeños programas muy experimentales que me permiten incluso hacer cambios en el código según se me van ocurriendo otras formas de ver las cosas. Una de las mayores ventajas de estas herramientas es que pueden funcionar tanto en Linux como en Windows o Mac.

¿Que te influye a la hora de elegir el tema?

Soy bastante caótico. A veces me basta escuchar un comentario en algún medio de comunicación para que se dispare el interés y acabe con una ilustración sobre ese tema. Otras veces son ideas anotadas en mi blog hace meses que esperan turno para poder dedicarles tiempo.

En general me dejo llevar.